martes, 12 de marzo de 2013

Acierto


De los errores se aprende y la constancia en el trabajo siempre genera resultados positivos. El Rayo Vallecano le plantó cara a un desaparecido Espanyol en la primera parte, anticipándose a los movimientos, ganando en profundidad y aprovechando plenamente los espacios. Ya no sólo primaba el mantenimiento de balón sino que la rápida y acertada toma de decisiones, unidas a la impecable sincronización entre líneas, otorgaban una efectiva progresión en el juego ofensivo. El Espanyol, lento en sus repliegues, no se conseguía organizar como debe hacerlo un equipo que quiere conseguir un resultado positivo a domicilio. Forlín y Víctor Sánchez, anulados por completo en la medular, no distribuían bien el juego, les faltaba ritmo y comunicación. La progresión en el juego rayista comenzaba desde las primeras líneas de avance. Gran partido una vez más de Gálvez ganando espacios, ayudando a Javi Fuego y a Roberto Trashorras en la recuperación de balón. Javier Aguirre atrasaba líneas con el fin de complicar las llegadas locales al área, pero los buenos enlaces posibilitados por Lass y Piti anulaban el trabajo a Capdevilla y a un Sergio García que no recibía balones en condiciones decentes. Los desmarques de ruptura realizados por Léo Baptistao superando la posición del Chori Dominguez acortaban distancias con la portería de Kiko Casilla, aportando una visión clara de gol a la línea de ataque rayista. La distribución de juego del Espanyol en la segunda parte mejoraba sus posibilidades y les daba más marge de actuación, pero Rubén atajaba con seriedad los intentos de un Sergio García que fue el jugador más incisivo en el conjunto perico. De nuevo, el gran aporte de Chori Domínguez como pasador y distribuidor de juego, unido a la velocidad de Léo, se postuló como el peligroso tándem que tanto se ha echado de menos en los últimos partidos. En resumen, un dispositivo de ataque eficaz que neutralizó al adversario, reforzó la movilidad y prácticamente monopolizó el partido a favor de los intereses del Rayo Vallecano. Con la suma de tres puntos se recuperó la efectividad grupal y se dio un paso definitivo no solo hacia la salvación sino hacia algo más.