lunes, 28 de enero de 2013

Eligo la C

Hay personas que solo se rigen por lo matemático, por lo blanco o lo negro, pero el si o el no, gente que ve la vida con un unico enfoque, el trayecto en linea recta. Mientras que a los amantes de lo abstracto, del buscar los mil colores a la vida, del "quizá" en lugar del si o el no, se nos tildaran de soñadores, de surrealistas, de no tener los pies en suelo e incluso de locos o retrasados mentales como uno ha llegado a oir en alguna ocasión. Esa puede ser la opnión de algunos la cual a los vallecanos nos importa una puta mierda. Sabedores de que aun nos quedan 3 victorias para alcanzar la permanencia , lo cual nos hace seguir siendo precavidos, lección bien aprendida la temporada pasada. Vivimos una realidad algo paralela, pero una realidad que nosotros mismos llevamos construyendo desde el desastre de Ipurúa. Muchos dias, meses y años han pasado desde aquella amarga tarde de Junio de 2007, el que vimos nuestros sueños hundido y acabados. Habiendo purgado grandes males y habiendo encontrado otros males futuros mucho peores pero nunca tan fuertes como para minar nuestra moral. Creyendo en nosotros como siempre hemos hecho, con una comunion única entre equipo y afición hemos sabido resurgir del avismo para estar a un paso de acariciar Europa. Se ve en las caras de la gente del barrio, en las conversaciones de los bares, en el estadio, el inmenso orgullo de tener en nuestro equipo a gente como Delibasic o Piti, que han sabido absorber todo el sentimiento de esta franja. El compromiso de los currantes del futbol como Tito, Javi Fuego o Nacho y el placer de poder ver a la pareja tan buena que hacen Chori Dominguez y Trashorras cuando miden el campo con escuadra y cartabón dando un espectaculo mayusculo. El EuroBetis quedó impotente ante tal ataque de garra. Por Vallekas ya se empieza a hablar de que posiblemente este sea el mejor Rayo de la historia, pese a que queda mucho camino por recorrer, las sensaciones son exactamente las mismas. Gran mención merecen los tres entrenadores que lo han hecho posible hasta hoy. Pepe Mel, que ayer recibió la ovación de la grada franjirroja, José Ramón Sandoval, cuya pasión y sentimiento han hecho que hoy no tengamos complejos de nada ni nadie, y Paco Jemez, que a base de trabajo y futbol alegre nos está haciendo soñar con algo grande. Sin tiempo ni siquiera para pararse a pensar lo que durará esto o si sencillamente es real o es un sueño del que no tardaremos en despertar, lo mejor que podemos hacer es sentarnos a degustar y digerir placidamente lo bonito que es lo abstracto, el gusto por lo alternativo, por la sensación tan buena que dá el poder contestar cuando te preguntan... ¿que opcion eliges, la A o la B? Yo eligo mi propia opción , la C. La opción que yo mismo me construyo.




sábado, 12 de enero de 2013

La Franja conquista San Mamés

Los de Paco Jémez se han empeñado en hacer historia en medio de un panoama futbolístico que cada vez entiende menos de espíritu y más de cifras astronómicas. Entre tanto gigante de presupuestos inalcanzables, se hace hueco una filosofía y un trabajo hechos fútbol ante el pasmo de aquellos que piensan que siempre gana el más fuerte. El técnico canario ha logrado insuflar su personalidad a los suyos para suplir las fallas técnicas de un equipo que va disparado en la clasificación. A falta de toda una vuelta le bastaría con apenas 4 victorias en el campeonato para mantenerse, cifra escasa y poco real si nos atenemos a lo que está consiguiendo el conjunto franjirrojo. Si hace unos días borraba del mapa al Getafe en Vallecas, en la fría noche de viernes bilbaína asaltó San Mamés sin la misma brillantez pero con similar resultado. Para la hazaña en el último partido del Rayo en el mítico estadio Jémez confió en el mismo once que ante los azulones con la salvedad de Casado en sustitución del lesionado Nacho. Lass volvió a ser de la partida y el guineano cuajó una gran actuación ante los rojiblancos. Escorado en la banda derecha llegó en varias ocasiones en la primera mitad con peligro hasta que al comienzo del segundo tiempo batió a Iraizoz. En líneas generales su partido fue de lo más destacado de un Rayo que salió de tú a tú ante el conjunto vasco, que evidenció la crisis de juego por la que atraviesa. Los primeros 45 minutos acabaron diluyéndose en juego impreciso por parte de los dos equipos, aunque cabe resaltar que la mayoría de las interrupciones fueron propiciadas por faltas de los vallecanos. A destacar, el continuo pique entre Aduriz y Amat que provocaría que el central rayista fuese sustituido en la reanudación por Jordi Figueras. El catalán se reestrenaba en el mismo estadio donde el año pasado debutó con la franja con una buena segunda parte que muy pronto se puso de cara para los suyos. El citado tanto de Lass llegó precedido de un perfecto pase de Trashorras, que siguió con la inercia del buen partido ante el Getafe. Minutos más tarde Léo tuvo en sus botas asestar un nuevo mazazo a los bilbaínos, pero el delantero perdonó al precipitarse en el mano a mano ante el meta vasco. Sin sentirse equipo pequeño, el cuadro de Jémez disfrutó de sus mejores minutos en la Catedral, que quedaron confirmados con el 0-2 merced a un penalti cometido sobre Chori Domínguez. El argentino salvó a Gurpegi con una bicicleta de lujo y fue zancadilleado por el defensa a 10 centímetros del área, aunque el juez de línea empujó al árbitro a pitar la pena máxima. Piti engañó al portero del Athletic para júbilo de los aficionados franjirrojos desplazados a Bilbao. Fue entonces cuando los de Bielsa tiraron de ímpetu como principal arma. Ya con Llorente sobre el campo, los rojiblancos fueron un conjunto más vertical, con pocos recursos e imaginación pero tan directos como peligrosos. El gol de San José a un cuarto de hora para el final supuso una prueba de fuego que la defensa rayista superó con aprobado raspado.
El Rayo se atrincheró y tanto el larguero como un remate de Llorente inexplicablemente dirigido fuera de la portería evitaron un castigo mayor. Los de Jémez acabaron con diez sobre el campo al ser expulsado Gálvez, pero los leones no lograron el empate que planeaba sobre un estadio muy crispado tanto con el colegiado como con los suyos y que acabó viendo cómo los de Vallecas se despedían por todo lo alto de un campo histórico.