jueves, 12 de abril de 2012

Frustrante lucha de clases

El Rayo Vallecano no pudo cambiar el orden natural que separa a los modestos de los poderosos y cayó derrotado en Mestalla. La ausencia de tres pilares como Piti, Armenteros y Javi Fuego en el once titular, el infortunio de la lesión de Labaka en la primera parte y la actuación de Paradas Romero, que castigó a los franjirrojos con un penalti inexistente cuando mejor se encontraban, fueron obstáculos insalvables para conseguir un resultado positivo ante el Valencia de Unai Emery. José Ramón Sandoval apostó por un dibujo muy parecido al presentado en el Nou Camp ante el FC Barcelona. El técnico madrileño puso en liza una defensa con tres centrales -Pulido, Labaka y Arribas de izquierda a derecha- adelantando a Tito y Casado en los laterales y con Movilla y Diamanka en el centro del campo. La novedosa disposición de los franjirrojos se le atragantó de cierta manera a los valencianos, que no consiguieron combinar como en ellos es habitual. Tampoco se encontró especialmente cómodo con el dibujo táctico el propio Rayo Vallecano, generoso en el esfuezo con una axfisiante presión en campo contrario pero sin la chispa necesaria para inquietar a Vicente Guaita. A la media hora de juego llegaba el primer contratiempo serio para el Rayo Vallecano. Arribas y Labaka chocaban sus cabezas de manera brutal, dejando al jugador vasco fuera de combate y camino del hospital con un fuerte golpe en la mandíbula. El ex-capitán de la Real Sociedad pasará la noche en observación, aunque se espera que pueda regresar a la capital mañana mismo con el resto de sus compañeros. Roberto Trashorras fue el elegido para sustituir al central, desplazando a un dubitativo Diamanka a la zona de centrales. Precisamente un balón a la espalda de Pape Maly era cabeceado por Fegholui, que se encontraba con una buena respuesta de Joel. Sin embargo, el rechace quedaba a los pies de Jonas que abría el marcador a favor del Valencia justo antes del descanso. Sandoval movió ficha en el tiempo de descanso, dando entrada a Tamudo en lugar de Diamanka y devolviendo al equipo a su disposición más habitual. El cambio reactivó a Tito y Casado en los laterales y mejoró el tono global de un equipo que se veía con opciones de cuestionar la ventaja local. Incluso el anárquico Lass pareció conectarse por momentos al resto de sus compañeros en busca de la remontada. Pero de nuevo la mala fortuna golpeó al pobre y no al poderoso. Pulido pagaba las consecuencias de un césped muy blando y completamente inestable -los resbalones fueron constantes durante todo el partido- y perdía el equilibrio en banda izquierda. La ventaja era aprovechada por el conjunto ché, que culminaba una rápida contra y ponía el 2-0 en el marcador gracias a un remate de Jordi Alba. Jarro de agua fría para los de la franja roja a falta de veinte minutos para el final. Sin embargo, Pablo Hernández cometía un error infantil en su propio área y Michu asistía a Diego Costa para que el brasileño recortase distancias y entornase la puerta de la esperanza rayista. Esa puerta se pudo abrir en un polémico derribo de Mathieu a Diego Costa cuando el delantero encaraba la portería con el jugador francés como último oponente. No vio nada Paradas Romero en otro nuevo argumento de la eterna lucha de clases entre ricos y pobres, humildes y poderosos. Segundos más tarde, el juez de la contienda castigaba con penalti un limpio corte de balón de Arribas en el área franjirroja. Doblete de Jonas y partido cerrado para los de Emery. Con todo a a favor, Pablo Hernández se redimia de su error y conseguía el cuarto -que ya pudo llegar antes con un gol injustamente anulado a Ricardo Costa- al tiempo que el valencianismo celebraba el regreso de Canales a los terrenos de juego. Sin importancia quedaban ya dos claros remates de Tamudo que bien pudieron recortar distancias. Al final, frustración en la expedición del Rayo Vallecano por el excesivo castigo recibido en comparación con el esfuerzo puesto sobre la mesa. Los obstáculos propios y ajenos fueron imposibles de superar y la diferencia de clases -esa que permite que el Valencia deje en la grada por decisión técnica a cinco jugadores que superan el presupuesto anual de los de Vallecas- se impuso una vez más sobre el terreno de juego. El domingo que viene nuevo episodio frente al At.Madrid, pero eso ya es otra historia.

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