jueves, 17 de febrero de 2011

Riesgo de equivocarse


Veo peligro a la vista. No hablo del peligro de no lograr un objetivo, o del peligro de los rivales con los que se tenga que enfrentar el Rayo, sino un peligro interno, personal e intransferible. Se equivoca el Rayo si se enfrasca ahora en celebraciones prematuras, en exceso de optimismo, en "pintar" demasiado en todas partes. Está claro que su entrenador y varios de sus jugadores tienen que jugar sus cartas, esas que les asegure el futuro que todavía pueda ser incierto, pero eso no puede venir acompañado de un protagonismo excesivo que les desvíe de su prioridad. Que dejen la euforia para los de fuera y que se centren en lo suyo.
Veo el peligro de un entrenador demasiado vitoreado, aplaudido, agasajado. Entiendo perfectamente que el salto de un Tercera División y de una categoría invisible para la gran mayoría, al liderato de Segunda División es un paso demasiado grande, lógico, pero también hay que ser consciente de que las alabanzas, las palmaditas en la espalda y los abrazos de hoy, mañana se convertirán en empujones, silbidos y "puñaladas" por la espalda. Y no hablo de la afición, esa que supo entender que el futuro pasaba por las manos de Sandoval y esa que se deja la piel en cada partido, en cada campo, en cada viaje. Los que hoy se suben al carro del estrellato se equivocan y los que hacen estrellas a los que reman, también (aunque a esos últimos les importa bien poco, porque su objetivo es vender periódicos y rellenar minutos de radio). Los que estamos ahí todos los días con nuestros escasos o nulos medios, al pie del cañón siempre, independiemente de que vayan primeros o últimos, y que tanto hemos reclamado algo más de atención, vemos ahora como un exceso de "ayuda" puede ser contraproducente.
Está muy bien que el Rayo sea portada, que se hable de su excelencia futbolística, que se compare a Sandoval con Guardiola o que Coke suene para Valencia, At. Madrid o Sevilla, está muy bien. Pero hasta ahí. Ahora, aquellos mismos que hace unos meses satanizaban al Rayo y a alguno de sus jugadores 'marcándoles' con titulares destructivos y haciendo juicios prematuros sobre condenas a algún jugador o culpabilidad en compra de partidos de otros, esos mismos, hoy parecen ser el máximo exponente del rayismo a escala nacional. ¿Dónde estabais cuando más se os necesitaba? Ahora es fácil sumarse al viento a favor y, al final, parecerá que gracias a grandes marcas del periodismo nacional, este Rayo sale adelante, o no (eso es algo que a ellos les da igual, su objetivo está cumplido independientemente del resultado final).
Coke suena para grandes clubes, Piti no ha renovado, Cobeño tiene que alcanzar un mínimo de partidos para renovar automáticamente, Michel... ya veremos..., jugadores que no juegan y que pronto podrían explotar... y Sandoval, entrenador de moda de Segunda División. ¿No parecen demasiados frentes abiertos? Creo que se deberían normalizar ciertas cosas, que se renueve al entrenador y a jugadores clave (siempre que esa sea la idea de los máximos mandatarios del club), acabando de esta manera con posibles interpretaciones partidistas e interesadas. A los que estamos todos los días en primera línea se nos pide que pasemos filtros para poder entrevistar a los jugadores (entiendo que eso será igual para todos y puede parece lógico) y luego nos llevamos la "grata" sorpresa de ver a unos y a otros cada dos por tres en las radios, periódicos y televisiones. El circo mediático nos engulle a todos y no me gustaría que se terminara 'zampando' buena parte de nuestras ilusiones.

ARTICULO DE OPINIÓN DE PXR (PASION POR EL RAYO)



2 comentarios:

  1. Efectivamente, creo que el Rayo debería aprender de la temporada pasada, cuando todo pintaba tan bien y el equipo terminó en mitad de tabla.
    Está claro que el Rayo perderá más partidos (como el del miércoles 2 de Marzo), pero si sigue con la dinámica mostrada hasta ahora, es decir, un equipo centrado en el juego con un técnico que sabe sacarle el máximo partido a su plantilla, el año que viene tendremos 4 equipos madrileños en Primera.

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